martes, 2 de agosto de 2011

Capítulo 2.

Junto con aquella sonrisa que me estaba matando se le unió el que elevara su mano agitándola en forma de saludo o tal vez despedida, la verdad es que el motivo no me interesaba mucho.
Contesté a aquel gesto con algo de torpeza y justo cuando su sonrisa y él desaparecieron por la misma puerta por la que vinieron escuché como una cuerda se disparaba azotando el dorso de mi mano.
No fue hasta que empecé a notar el escozor del fino corte cuando me desperté del sueño despierto. Miré a la guitarra con culpabilidad y algo más preocupado por ella que por mi. Cuando me aseguré que lo único fuera de lo normal era que una cuerda se había soltado al presionarla demasiado volví a estar algo más tranquilo.
-Lo siento-susurré muy bajo para el instrumento, parecerá raro pero a veces creía que a lo que todos llamaban trozo de madera con 9 cuerdas me entendía mucho mejor que un persona normal. 
Sonreí algo divertido por el pensamiento y estreché el instrumento contra mi pecho en algo parecido a un abrazo dejando además reposar mis labios en el mástil.
Salí de la sala insonorizada dispuesto a colocar de nuevo la cuerda en su sitio con cuidado de no hacer que otra corriera la misma suerte.
-Frank estás sangrando-dijo la voz de John de manera preocupada mientras este me agarraba de la mano herida en la que vi una linea roja que goteaba un poco de líquido carmín que había ignorado desde el primer momento-. Ven, te voy a curar esto.
Me arrebató la guitarra que sostenía con la mano sana dirigiéndole a mi amigo una mirada no demasiado agradable y tiró de mi hasta donde había algo parecido a un neceser del que sacó una botella que identifiqué con espanto al instante.
-¡Ah no, de eso nada!-reclamé negando rotundamente y alejándome lo más posible de John que seguía con el bote de alcohol en la mano.
-Frank por dios no seas crío y dame la mano-tendió la suya en mi dirección pero yo seguía negándome-. No podrás tocarla bien.
Dirigió su mirada con una sonrisa ya victoriosa hacía la guitarra que él mismo había dejado en una esquina. Suspiré por la derrota y le volví a prestar mi mano con algo de miedo.
Tras la pequeña cura proporcionada por mi amigo y acabar con una delgada venda en la mano volvimos al apartamento donde después de cenar todos nos fuimos a dormir ya que a la mañana siguiente deberíamos ir de nuevo a seguir grabando, o al menos intentarlo si es que Shaun nos dejaba.
Ante el pensamiento de volver a ver al chico pelinegro no pude evitar el esbozar una tonta sonrisa que reprendí luego de ser consciente. No entendía nada de todo aquello, me sentía como una estúpida niñata de algún cursi y tonto libro de romanticismo.
-¡Ag! ¿Qué mierda me pasa?-pensé en voz alta girando mi cuerpo sobre la cama, quedando de costado abrazando mi almohada.
Estaba empezando a asustarme, aquello no tenía buena pinta y empezaba a tener bastante miedo. Con aquel pensamiento y el recuerdo de unos ojos esmeraldas mirándome terminé quedándome dormido.


Despegué mis párpados con algo de cansancio y confuso preguntándome donde estaban los demás ya que nadie me había llamado. Tal vez habían optado por dejarme allí tras lo que pasó ayer.
Me hundí en aquella teoría y me dirigí al baño para tomar la ducha que el día anterior no pude por el cansancio. Cuando me deshice de mi ropa junto con la venda de mi mano, que ya solo tapaba una enrojecida marca, me duché tranquilamente pensando en lo que iba a prepararme para desayunar.
Cuando acabé envolví mi cintura con una toalla y fui de vuelta a mi habitación para vestirme.
Tal vez a la tarde fuera a la sala de grabaciones, si es que me sentía con el suficiente valor como para volver a enfrentarme a aquella mirada verde que no me había dejado dormir a gusto.
Salí de nuevo solo con unos boxers grises dispuesto a prepararme un desayuna de verdad, ni por asomo tostadas mal hechas que me tendría que comer mientras caminaba.
Ya tenía pensado el comer unos gofres, cereales y hotcakes pero me quedé clavado en la entrada mirando a John trastabillando por toda la cocina.
-Hey Frank, ¿Cómo que ya te despertaste? Yo que pensaba que iba a tener que volver a despertarte como ayer-sonrió de forma divertida y volvió a su tarea que terminó tratándose de unos cereales idénticos a los que yo pensaba preparar.
-Em si ya bueno...¿me haces a mi otros?-pedí para poder hacer de mientras los gofres, los hotcakes tendrían que ser para otro día.
Jamás en toda mi vida me había despertado antes que alguien y aún menos que John ya que solía levantarse bastante temprano, aquella tenía que ser sin duda una enfermedad, si...así de aquella manera todo encajaría, mañana sin falta iría al médico para una revisión, tenía que cortar del todo con aquello.
Cuando terminé de desayunar con todos lo demás que ya se habían despertado nos enfundamos la ropa para emprender el camino a la sala de grabación.
Al llegar a la puerta tras la que se encontraba mi tormento andante cogí aire y coraje para pasar rápidamente y con la mirada agachada tan solo dedicando un simple``hola´´que dejé en el aire y llegando a nuestra sala esta vez sin ningún accidente.
Los demás no tardaron mucho en seguir mis pasos pero de forma más lenta.
Al menos esa mañana fue tranquila, las ideas se me salían solas, a John y a Tim les pasaba casi lo mismo haciendo que nos entusiasmáramos por lo que estábamos adelantando ya y Shaun había optado, para variar, no molestar y quedarse en una esquina dibujando, tal vez escribiendo no se que mientras escuchaba música.
Con tanta emoción nadie se dio cuanta del tiempo hasta que el hambre empezó a aparecer, terminando por resultar que eran las 3 y media. 
Todos decidieron ir a un lugar del que les habían hablado bastante bien y comer más tranquilos en una mesa, preferí quedarme allí y que me trajeran algo cuando vinieran de vuelta. Tras decirme como unas 20 veces que fuera con ellos, que descansara se rindieron diciendo``traeremos lo mejor del restaurante para nuestro querido duende trabajador´´.
No pasó mucho tiempo cuando terminé todo lo que tenía planeado por lo que me dispuse a esperarles he de reconocer que con algo de impaciencia ya que tenía bastante hambre. Me senté frente a la puerta para poder ver cuando llegasen, escuchaba música y dibujaba un tal vez futuro tatuaje de un ancla que tenía a cada lado un N y una J.
Vi como la puerta se abría, sin duda mi estómago lo agradeció, lo malo fue que en vez de mis amigos entró un chico pelinegro de mirada verde que hizo que mi vacío estómago diera un vuelco tremendo formando un molesto nudo.
Sonrió de una manera que terminé describiendo como tímida y me saludó con su mano.
-Hola-dije algo nervioso devolviendo el gesto de la sonrisa y quitándome los cascos.
-¿Interrumpo?-se veía muy tierno metiendo sus manos en los bolsillos de sus pantalones y encogiendo un poco los hombros.
-No, claro-señalé el suelo que estaba frente a mi ofreciéndole de alguna manera asiento-. Igual me han dejado un poco tirado-reí viendo como se acercaba para sentarse con las piernas cruzadas de una manera similar a la mía.
-Am que bien-el rió pero yo lo miré algo confuso-. Quiero decir es que a mi me han hecho lo mismo-pareció intentar arreglar su comentario que acompañó con una nueva risa.
-Am-``cuantos ams en una sola conversación``pensé-. Por cierto¿cómo se llama tu banda? Es que me lo dijeron cuando cogimos esto pero...soy Dory...
-Am-y ahí esta de nuevo...rió, supuse que por la comparación, no se pero resulto...¿satisfactorio?...Si tal vez eso, el que aquella risa la provocara yo-. Somo My Chemical Romance. ¿Y vosotros Pencey Prep cierto?
Deshizo el amarre de sus piernas dejando una algo estira y otra doblada verticalmente apoyando así su mano en el suelo. Debía de estar empezando a delirar pero ¿me estaba tentando? Tragué grueso e intenté contestar de la forma más normal posible.
-Si- desvié la mirada a mi regazo intentando descansar de la suya, empezaba a ser una buena opción el ir aquella misma tarde al hospital.