lunes, 25 de julio de 2011

Capítulo 1.

-Frank...-me llamó una voz en sueños, no era desconocida, hasta ahí llegaba pero poco más.
-Que no, es mía-tiré de la guitarra con fuerza estrechándola contra mi pecho.
Alcancé a oír un leve suspiro similar a uno de cansancio que a pesar de su cercanía no di mayor importancia...gran error.
-¡FRANK!-gritó de nuevo la misma voz, que entonces pude reconocer, haciendo que mis tímpanos temblaran provocando un molesto dolor.
-¡John joder que no estoy sordo! Pero creo que me has terminado dejando así con ese grito-dije con tono de voz alto y malhumorado buscando inconscientemente la hermosa guitarra con la que había estado soñando.
-Tio eres una maldita marmota-bromeó mi amigo y bajo de la banda a la vez que me tendía su mano que terminé por aceptar pesadamente para poder levantarme.
-Si lo que tu digas-intenté defenderme sin demasiado éxito y solo consiguiendo que los marrones ojos de John se pusieran en blanco y abandonara mi habitación con una odiosa sonrisa, esa debía devolvérsela.
Me estiré pretendiendo deshacerme del sueño que todavía sentía y hacía que mis ojos se volvieran a cerrar.
Miré a mi alrededor viendo por todo el suelo ropa, zapatos, comida y más ropa, lo primero que vi que no olía mal fue lo que cambié por mi improvisado pijama, si es que así se le podía llamar a los calzoncillos que me coloqué el día anterior tras ducharme y una camiseta que me quedaba enorme de publicidad Coca-Cola.
Tras un rápido vistazo al espejo y agarrar una sudadera por si hacía frio me dirigí a lo que era el salón de un pequeño apartamento que habíamos logrado alquilar todos los de Pencey Prep.
-Hola-prácticamente suspiré a la vez que levantaba una mano en forma de saluda y otra para tallar una de mis ojos algo adormilado.
Tres de mis mejores amigos y también el bajo, ya nombrado, el batería y el teclista de la pequeña banda me contesntaron de igual manera.
Definitivamente el levantarnos temprano para ir a la sala de grabación no nos entusiasmaba demasiado, pero había que ``trabajar´´ , aún que para mi setratase más de un hermoso hobbie que de un trabajo, emprendiendo nuestro segundo disco.
Lo sé, muy jóvenes, muy inespertos y con demasiadas esperanzas, pero... joder se sentía tan bién el cumplir un sueño como el de nuestro bastante éxito con el primer disco ``Heartbreak In Stereo´´, sin duda fue lo mejor, había sido como gritarles a la cara a todos los que dijeron que no lo lograríamos que se fueran a la mierda y nos mirasen ahora.
Desayunaron los que les dio tiempo y yo como me quedé dormido en el sofá tube que coomerme una tostada que hice como pude por el camino a la sala de grabación.
Nos habían dicho que era una especie de doble recinto o algo parecido, que teníamos que entrar por la única puerta y que esta nos llevaría a la sala donde otro grupo, de cuyo nombre no recordaba, estaría grabando como nosotros. Eran algo de ``My no se qué´´... daba lo mismo, lo que importaba es que teníamos que pasar de largo de aquel lugar y pasar a la que estaba contínua a esta por una puerta con el número dos grabada.
Y así lo hicimos al traspasar la primera puerta.
-Hola-distinguí como tres, tal vez cuatro voces decían a la vez y mis compañeros contestaban de igual manera mientras yo seguía con mi capucha puesta y la mirada baja perdido en una canción que había estado planteándome durante el viaje.
Estaba tan distraido que ni me di cuenta de cuando uno de mis pies se enrredó en lo que identifiqué como un cable y fui directo a caer al suelo, solo que esto no pasó  ya que sentía un brazo sujetarme por la espalda y una mano sujetando la mía para reposar recto sobre el brazo que estaba trás de mi.
Por culpa del susto había cerrado los ojos que volví a abrir con algo de temor a que lo que me sujetaba se alejase dejándome caer, cuando al fin fui capaz observé como unos ojos me observaban con algo de preocupación y yo, increíblemente, quedándome embobado en estos.
-¿Estás bien?-me preguntó el dueño de los ojos verdes... no, ese no era exactamente el color, pero dios que hermosos eran... hey un segundo, pensé asustado por mi reacción, yo no era de esos en absoluto.
-Em si, creo que si-contesté lo más normal y rápido posible deseando que no se hubiera percatado ni del rubor que sentí subir a mis mejillas ni lo atontado que me había quedado-.Gracias.
Se irguió correctamente ayudándome a hacerlo a mi también y soltando la mano que me había ayudado y se me antojaba cálida y suave.
-No hay de que, soy Gerard-extendió su mano en mi dirección y no dudé un segundo en estrecharla con la mía en un leve apretón-. Ellos son Mikey-señaló con el dedo pulgar a un chico con gafas y de algo extraño y claro pelo que sonrió y levanto la mano en forma de saludo- y ellos Ray y Matt-volvió a señalar de igual manera ahora a los dos chicos restantes, el primero de rizada y abultada cabellera y ojos marrones algo más claros que los de mi amigo John y el segundo con un gorro y una perilla que me hizo pensar que el color de su cabella era de un marrón tan oscuro como el mio propio. Mientras que el primero me dedicó saludo como el de Mikey el chico del gorro solo estiró la boca en una tímida sonrisa.
-Yo soy...-por un momento me volví a quedar en blanco diriguiendo de nuevo la vista a... Gerard, si ese era su nombre- Frank-al fin dije tras fijarme que los ojos no era lo único bonito que tenía el chico...piel muy pálida, más incluso que la mía, parecía suave y tentadora a tocar pero enterré todo lo pude ese deseo con rabía y un cabello tan negro como su propia camiseta-. Ellos son Tim, John y Shaun.
Al fin retiró su mirada de mi dándome un respiro porque aquellas esmeraldas me dejasen de obserbar, aún  que no duró mucho al fijarme en la sonrisa que dirigió a mis amigos. ``Vale´´, pensé ``¡qué sonrisa!´´.
``No, no, no, no...espera yo no´´ repetía una y otra vez en mi cabeza con resentimiento a mi mismo ``yo no pienso esas cosas´´, no decía que no me hubiera sentido atraido anteriormente por hombres, era abiertamente bisexual y todo eso, pero yo no era el tipo de personas que pensaba aquellas cosas por la gente.
-Em, ¿me devuelves la mano?-la voz de Gerard me sacó de aquella ensoñación recordándome que las manos de ambos seguían unidas.
-Si disculpa-retiré con rapidez y brusquedad la mano y de nuevo volvió a sonreir, ``¿no se le acababan aquellas sonrisas?´´.
-Si nos perdonáis, tenemos que trabajar-interrumpió Tim mientras tiraba de mi por el brazo de mi sudadera hacía la puerta que teníamos como primer destino-.Tira.-susurró para que dejara de forcejear levemente con pasos torpes.
Tras repasar rápidamente lo ocurrido y ordenar bien los pensamientos llegué a la conclusión de que lo más seguro es que suiguiese algo dormido y el cansancio me había jugado una mala pasada por lo que volví a ser racionalmente centrándome en el trabajo.
-¿Empezamos?-pregunté enérgicamente a mis compañeros que parecieron quedarse algo shockeados.
-¿Frank estás bien?-ya había incado una de mis rodillas en el suelo para cojer mi guitarra, que dejamos el día anterior con los demás instrumentos, cuando me preguntó la voz de Tim.
-Claro, ¿por qué no iba a estarlo?-contesté singuiendo con lo mio sacando lápiz y papel junto con mi instrumento.
El tiempo transcurrió de forma rápida, menos algunos momentos en los que, de forma ya habitual, Shaun se aburría de tocarse las pelotas y empezaba a tocárselas a los demás, lo peor fue la hora después de comer, John había traido pizza de una tienda cercana y tras todos terminar repasamos lo que habíamos hecho durante casi todo el día.
-Es evidente que no pega-no paraba de quejarse cuando mostré a todo la canción, o al menos algo de ella, por la que casi me rompo la cara en la sala vecina.
-Claro, ¿por que tu lo digas?-contesté malhumorado y cansado de que las peleas siempre tan repetitivas.
-No es que hasta un niño de tres años se daría cuenta de que en esta parte, por ejemplo, queda mejor un acorde más grave-me arrebató el cuaderno junto con el lápiz y comenzó a escribir sobre mi letra poniendo patas para arriba mi trabajo-. Así estaría mejor-tras delvolverme el cuaderno arranqué la hoja sin ni siquiera mirarla y comencé a escribir en una nueva.
-Pues yo creo que es mejor así-mostré el cuaderno donde en la primera página se veía escrito en grande y con mi letra un bonito ``Vete a la mierda´´.
Shaun arrancó la página del cuaderno con rabia llevándose también pedazos de otra y me dedicó una mirada no demasiado agradable que correspondí con otra igual.
-Hey chicos dejémoslo, ¿vale? ¿Y si calentamos con algo de HIS?-ofreció John, siempre la voz mediante, refiriéndose a nuestro primer disco que abreviábamos de aquella manera.
Por mi parte mi única contestación fue asentir y levantarme del suelo para dirigirme hacía mi guitarra y una vez con ella en la mano hacía la sala insonorizada, al menos de aquella manera el cabreo se me hiría lo suficiente como para no pegarle un puñetazo a Shaun.
Comencé con ``Yesterday´´y seguí con algunas más canciones, durante las cuales dejé que mi mente se liberase de la presión y se fuera a otra parte donde no tenía que preocuparse de nada más que de no desafinar ni equivocarme de notas, el lugar en el que me llebava sumirgiendo desde los 11 años.
Sin darme cuenta también acabé dando patadas a las paredes de la sala, dando vueltas por esta y a veces cayendome al suelo por lo que en los u´ltimos momentos de ``The Secret Of Goldfish´´ ya estaba algo cansado, por lo tanto más tranquilo solo cantando sobre el micrófono y acariciando las cuerdas de mi guitarra.
Cuando me fijé a través del cristal trasparente que daba a lo que pasaba fuera y en el que no había caído hasta ese momento, vi la puerta abrirse y aún que no me llamó mucho la atención, pensando que tal vez alguien había salido alguien o algún agente, se pasan bastante a menudo, empezó a llamármela cuando vi sobre salir de esta una negra cabellera.
Noté como a partir de ahí mi pulso se aceleró como no lo había hecho en todo el mini-concierto dado para mi mismo y sentía con fuerza los golpes que mi corazón daba en mi pecho, raro era que no se me hibiera quebrado la voz, equivocado con la letra y con alguna nota a causa de la distracción que me produjo el seguir con absorta atención todos sus movimeintos, desde las manos hasta su boca que dejaba escapar palabras que yo no podía oir, mientras en algún rincón de mi mente una voz me decía que parase de hacer eso, que aquello no iba conmigo. Aún que si antes la escuchaba poco cuando sus ojos esa vez me miraron a mi dirigiéndome además una sonrisa la voz se convirtió en algo menos notorio todavía que un susurro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario